El papa Francisco reiteró el sábado que los mafiosos no viven como cristianos, con motivo de una visita a Palermo para homenajear la memoria de un cura siciliano al que la mafia asesinó hace 25 años.

"No se puede creer en Dios y ser mafioso. El que es mafioso no vive como cristiano, porque blasfema con su vida el nombre de Dios-amor", declaró durante una homilía al aire libre en el barrio del puerto de Palermo, donde le esperaba una gran multitud.

"Hoy necesitamos hombres y mujeres de amor, no hombres y mujeres de honor, de servicio y no de abuso, de caminar juntos y no de perseguir el poder", aseguró.

"Si la letanía mafiosa es 'tu no sabes quien soy yo', la cristiana es 'te necesito'. Si la amenaza mafiosa es 'me lo pagarás', la plegaria cristiana es 'señor ayúdame a amar'. Es por esto que le digo a los mafiosos: ¡Cambiad! Dejad de pensar en vosotros mismos y en vuestro dinero, convertíos", explicó el papa.

Francisco aprovechó igualmente su homilía para denunciar el populismo.

"Escucha la vida de las personas que lo necesitan, escucha a tu pueblo. Este es el único populismo posible, el único 'populismo cristiano': escuchar y servir al pueblo sin gritar, acusar y suscitar polémicas", comentó en alusión al auge de los partidos populistas en Europa, y en particular en Italia donde llegaron al poder.

La misa al aire libre estuvo enteramente dedicada el sábado al cura de los pobres Giuseppe Puglisi, apodado "el primer mártir de la Cosa Nostra", que fue asesinado de un disparo en la nuca por orden de la mafia siciliana, el 15 de septiembre de 1993, el día de sus 56 años.

Guiseppe Puglisi luchaba por que los jóvenes superaran su adicción a las drogas, levantando ampollas entre los padrinos de la zona.

Puglisi "sabía a lo que se arriesgaba, pero sobre todo sabía que el verdadero peligro en la vida es el de no tomar riesgos y subsistir", consideró el pontífice.